Ella III
Tercera Parte
Llorar era necesario en su vida
las lágrimas se habían convertido en la alerta para saber que seguía viva
y así continuo durante meses, tal vez años hasta que sucedió...
Fue en un parque donde solía dar de comer a las cucarachas y hormigas que por allí pululaban,
una sonrisa le estremeció el cuerpo,
su respiración se aceleró tanto que se hiperventilo,
empezó a temblar y casi sin notar
devolvió la sonrisa.
Él se levantó de la banca y se acercó lentamente sin dejar de sonreir,
tenía su mirada puesta en ella fijamente
algo inconcebible para ella que había pasado desapercibida toda vida
alguien la habia visto
y le sonreia
Hola... fue el inicio y semanas después un beso cerraba con 20 mil llaves
una etapa llena de olvido.
La historia se mantiene hoy en 10 dedos entrelazados
y un solo corazón.
Sin lugar a dudas nada es imposible, hasta la coacla mas inmunda tiene una posibilidad
solo basta sonreir
y dejarse amar.
Fin
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