Escribo porque no se hablar

jueves, enero 05, 2006

Un capuccino



Un capuccino
y tu olor se une al del café,
convirtiéndose en un aroma único y particular
que me abstrae lentamente en el espacio.
Tus ojos me esquivan
-se me pierde tu mirada profunda y tierna-
mientras tu ritmo de vida se acelera
a cada latido
con cada suspiro

Los vellos de tu piel se estiran por sentir,
la sal de mis labios se petrifica
mientras trato de conocerte
recorriendo tu perfil que se modifica cada segundo
y tu cabello cae lentamente sobre tus hombros.
Un capuccino,
un aroma
y tú en el medio.